Please don't leave me

Y mientras caminaba por el mismo pueblo que hace dos años y escuchaba las dos canciones que me recuerdan a ti, supe que por primera vez acepté que ya no estabas. Con los cascos a todo volumen, viendo como las demás personas me miraban mientras habrían y cerraban la boca seguramente diciendo palabras vacías que no me apetecía oír...
Quería llamarte y decirte que esto no es lo mismo sin ti, y disimularía mis sollozos entre chistes y cosas sin demasiada importancia para que no lo notaras, preocuparme por ti como hacía antes, mucho antes. Y que me cuentes como te va todo, lo poco que duermes y lo mucho que trabajas, me preguntarías como están todos y yo te mentiría diciendo que está todo tal como lo dejaste. Aunque sepa cada una de las palabras de esa conversación a mi solamente me apetecía escuchar tu voz. Y, al colgar, se me quedaría un regusto a distancia. Quería decirte que me acordé de ti en mi cumpleaños, que sigo llevando tu pulsera como tobillera por que me sigue viniendo grande. Que sigo siendo igual de pesada, y por supuesto, igual de celosa... 

Vuelve pronto... por favor, lo necesito, te necesito.

We are golden!

Sueños adolescentes en un circo adolescente.

Corriendo por ahí a propósito como un payaso

¿A quién le importa de que familia vienes?

No hay forma de rendirse cuando eres joven y quieres algo.

Huyendo de nuevo, huyendo de huir...

Despertándome con el sol de medio día.

¿Cual será nuestra razón de vivir?

Puedes ver lo que he hecho hasta ahora

Mirando fijo a la emoción bajo la luz del día.

 He estado huyendo de las cosas que dijiste.

No somos quienes crees que somos.

Nosotros somos dorados, somos dorados.

No somos quienes crees que somos,

Nosotros somos dorados, somos dorados.

(...)

Yo solo era un chico parado en una puerta abierta.

¿Por que me mirabas tan fijamente? ¿Aun piensas que lo sabes? 

Buscando un tesoro en las cosas que tiraste...

Como una urraca, yo vivo para brillar, no para ti. 

(...)

Ahora estoy sentado solo, finalmente. Mirando de mi alrededor.

Fui dejado aquí por mi cuenta, me voy a herir a mi mismo.

Tal vez perdiendo la cabeza, pero aún me sigo preguntando porque tuve que dejar que el mundo me haga sangrar hasta quedar seco.

No somos lo que piensas que somos, no somo los que piensas que somos...

-Mika- We are golden.

Uno de los grandes... 

Querido diario:

Y abro los ojos, y te encuentro mordisqueando mis pesadillas, observándome mientras yo te observaba en mis sueños. Y me besas, y te beso. Y otra mañana junto a ti de las muchas que nos quedan... Me desperezo, y me soplas y te ries, me lames, me muerdes, me hueles, me pellizcas... ¿Pero que clase de chico es este que huele y lame la cara y muerde? Te preguntarás, pues ese de ahí es mi chico.. 
Hoy es el último día aqui, y se me pasa volando, cuando me quiero dar cuenta ya estoy en el tren a tu lado, medio dormida, mirando como juegas a pokemon... 
Soy feliz... para que voy a mentir... Y el paisaje mi ilumina... Me molesta en la cara...  Y me besas para despertarme, la segunda hoy... 

-¿Que, de estar tanto tiempo conmigo, ya te has cansado de mi?
-Al contrario, tengo aun mas ganas de ti.
-Ohhhhhh, que cursi eres... 

Querido diario:

El agua cae sobre mi cabeza, Un último enjuague y salgo. Pero es que hace falta tanto esta agua fría. Que bien se está, pero será mejor que me vista antes de que llegue la familia. Salgo de la ducha, y te veo ahí, en mi habitación, en mi cama, en mi vida. Tu odias el agua fría por eso saliste un poco antes que yo... 
Y aún no se como consigues que me crea cuando dices que pasarás la vida conmigo... aunque sepamos que es mentira... 
Pero es verdad, te quiero. Y podrá hacerlo todos los días de mi vida... 
Me tumbo a tu lado, abres los ojos, que cansado estás... no me extraña.
Sonreímos los dos en esta casa tan fría.
La verdad, me ha venido bien estar aqui contigo, perdida durante tanto tiempo... 

Querido diario:

Miro la hora, 5 minutos de la cuenta atrás... 
Vamos, no te pongas nerviosa.
Y observo el ambiente, el lugar y, nuevamente, la hora. Siguen faltando 5 minutos. Y me estiro en el asiento delantero de un Ford Fiesta con la cabeza y los brazos sacados por la ventanilla en esta estación abandonada. Respiro el aire a gasolina mezclada con naturaleza. Y sin ser esperada la sonrisa me sale sola. Si fuera otra persona, me pegaría a mi misma por la cara de tonta que tengo... Pero... ¿Que le voy a hacer? Estoy feliz, indisimulablemente feliz, no sé ni siquiera si esa palabra existe, tampoco es que me importe.Pero por suerte, nadie me esta viendo.
Vuelvo a mirar el reloj, 3 minutos... 
"Que largo se me esta haciendo esto... Mierda, va, va, va, va... Como siempre, tan tardon.  Esta estación abandonada sería perfecta para hacer fotos... Pero, me hace falta una camara, quiera volver aquí con el cuando tenga una... Ojalá."
Veo como el tren viene desde lejos, salgo del coche corriendo. "¡Ya esta aquí, ya esta aquí!"
Se abren las puertas del tren, y lo veo bajar voy corriendo sin darle casi tiempo a bajar del andén. Y lo beso. En esos momentos son en los que te das cuenta de que... estás coladita por sus huesos... Y hoy vuelvo a casa con el, y mientras miramos el paisaje, las casas alejadas, casas para crear familias, grandes casas con jardín. Y me giras la cara y me besas de nuevo:
-Te he echado de menos.

Querido diario:

Y otra vez allí, otro año mas...
Otra vez a perderme en aquel lugar contando los días que me quedan para volver. Me voy a un sitio tan perdido del mundo que por el camino no puedo escuchar ni la radio, no hay ninguna emisora ni tampoco cobertura. Con lo cuál tampoco podré hablar por teléfono... tres horas encerrada en un coche con mi madre... Por lo menos este año tendré a mi Maldita Nerea, no como todos los años escuchando Mark Antony con la excusa de que no hay otro CD. Conforme vamos pasando por esos pueblos, cada vez mas y mas alejados de mi gente, de ti.
Salimos del coche para comprar algo de comer, en Utiel. El aire cargado de calor me hace sentir pesada, exactamente como todos los años. Después de subirme al coche y de comerme mi napolitana de chocolate empiezo a leer Bleach, que bien huelen las paginas al pasarlas, y apoyo los pies en la guantera, y de vez en cuando dejo de leer, para ver el paisaje por el cual paso todos los años, melancoholica. Esto es como el principio de una se esas películas americanas. Pero la magia se desvanece cuando mi madre de repente dice: "¿se puede saber que haces con los pies en la guantera?".
Ya queda poco para llegar...

Y de repente, un choque contra la realidad. Sin ni siquiera esperarlo, sin verlo venir. 

Siento como todo mi dolor vuelve sin echarlo de menos.

Y no siento las manos, no siento la cabeza. 

Durante este tiempo me había olvidado de como era esto, de como soy yo en realidad...

No puedo, no puedo, no puedo, no puedo, no puedo, no puedo...